La obesidad abdominal, o esa “pancita”, envejece y reduce la felicidad
De acuerdo con el doctor Rubén Bravo, experto en nutrición y obesidad visceral, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, las personas con obesidad abdominal o elevada acumulación de grasa abdominal, presentan alteraciones hormonales propias de un envejecimiento prematuro, así como alteraciones en el estado de ánimo. Por lo que, tener barriga, según el especialista, puede ser sinónimo no sólo de obesidad, sino de algunas alteraciones en la salud mental de las personas.
Hoy en día, tener barriga, panza u obesidad abdominal, es el síntoma más visible de un síndrome metabólico, llamado por Per Björntorp, profesor de Medicina de La Universidad de Goteborg, Suecia, como Síndrome de Civilización, pues también incluye una serie de patologías como el estrés, la depresión o la ansiedad, propias de una dinámica sedentaria y que, por muchos años, el ser humano no había desarrollado ya que, se alimentaba mejor y procuraba realizar ejercicio con sus traslados cotidianos y dinámica de vida mucho más activa.
Al respecto, explicó el doctor Bravo, la obesidad abdominal aumenta la producción de la hormona del estrés, el cortisol, reduciendo los niveles de endorfinas, que son las hormonas que facilitan la sensación de felicidad y bienestar; asimismo, el déficit de dopamina en el organismo, presente también en la obesidad, favorece el desarrollo de depresión, mientras que la disminución de la serotonina, aumenta los niveles de ansiedad.
Dichas carencias, subraya el doctor, indican un aumento considerable en las probabilidades de sufrir un infarto al corazón -tres o cuatro veces mayor que todos aquellos que no padecen obesidad-, problemas de hipertensión, cáncer de próstata y colon, hipercolesterolemia o una tendencia a desarrollar enfermedades degenerativas, como Parkinson, Alzheimer o Demencia senil.
Igualmente, Bravo explicó que, un estilo de vida sedentario, aunado al estrés cotidiano, un gran consumo de tabaco, grandes dosis de alcohol, además de una alimentación inadecuada, hace, entre otras cosas, que se acumule, en el interior del abdomen, alrededor de los órganos vitales, una especie de grasa que no siempre está a la vista, la cual, se le conoce como obesidad abdominal elevada. Condición que, además, puede causar celulitis, fatiga o cansancio crónico.
Asimismo, el doctor Rubén Bravo, apuntó que, la grasa visceral, presente en la obesidad abdominal, es muy activa y genera un constante bombeo de sustancias tóxicas en el torrente sanguíneo, un proceso que conduce a la acumulación de ácidos grasos libres en el hígado y otros órganos, desequilibrando la regulación insulínica del organismo, el azúcar sanguíneo y el colesterol, fomentando la aparición de diabetes.
Los riesgos de salud relacionados con la obesidad abdominal aumentan con la edad, a partir de los 35 años en los hombres y de los 55 en las mujeres.
En este mismo sentido, una grupo de médicos especialistas en obesidad, reunidos en el 2° Congreso Internacional sobre la Obesidad Abdominal (ICAO, en inglés), afirmaron que, después de realizar un estudio a 4,504 pacientes de diferentes orígenes y edades, a lo largo de Estados Unidos, la concentración de glucosa en la zona abdominal está directamente relacionada con el aumento de riesgos en el hígado, riñones y demás órganos vitales en la zona, pudiendo significar el signo corporal más peligroso para la salud en las personas, incluso más que el exceso de peso corporal en general. Es decir, el sobrepeso es más perjudicial deacuerdo a su localización afirmaron, por lo que, la obesidad abdominal representa un verdadero peligro.
Por lo que, el doctor Bravo, así como en muchos países a lo largo del mundo, ha apostado por la medicina preventiva, toda vez que, los riesgos de salud relacionados con la obesidad abdominal aumentan con la edad, a partir de los 35 años en los hombres y de los 55 en las mujeres, aclaró el especialista.
Además, el especialista en nutrición subrayó el hecho de que, la obesidad abdominal, puede acumularse rápidamente, por lo que es más difícil de perder que la subcutánea, ya que rodea los órganos internos y sirve como reserva de energía. Sin embargo, es posible eliminarla, consiguiendo una pérdida de medio kilo por semana, si se hace una dieta apropiada y se combina con ejercicios adecuados. Por ejemplo, “muchos hombres se equivocan en pensar que haciendo abdominales, reducirán la grasa acumulada en la zona de la barriga, más bien sería un ejercicio contraproducente y hasta peligroso en casos extremos", subrayó Bravo.
Por lo que, en la primera etapa de reducción de obesidad abdominal, hay que realizar ejercicio mixto, aeróbico y anaeróbico, moderado ya que, según el experto, "subiendo escaleras, nadando o haciendo una caminata ligera, al menos 30 minutos en la mayoría de los días de la semana, se puede potencializar la creación de masa muscular y, así, facilitar la quema de grasa visceral".
Estos ejercicios se pueden complementar con una dieta anti-inflamatoria, con el fin de eliminar la obesidad abdominal, afirma Bravo. Misma que, proporciona salud y ayuda a controlar el sobrepeso durante toda la vida, previniendo enfermedades degenerativas ya que, alivia el trabajo del páncreas, el intestino y el hígado graso.
Dicha dieta, que para muchos es una variación de la dieta mediterránea, consiste en: comer frutas y verduras,; minimizar el consumo de grasas saturadas; ingerir ácidos grasos Omega-3, presentes en alimentos como el pescado o las nueces, vigilar la ingesta de carbohidratos refinados como la pasta y el arroz blanco; así como, consumir abundantemente cereales integrales; frecuentar las fuentes de proteínas magras como el pollo, el pavo, los pescados y mariscos; asimismo, moderar el consumo de carne roja y alimentos lácteos ricos en grasa y evitar los alimentos refinados y/o procesados. Todo ello, acompañadazo de una salud mental estable, supervisada por un experto o realizando actividades como Yoga o meditación, puede eliminar las consecuencias de la obesidad abdominal.