¿Cuándo y porqué operarse si se padece de obesidad?
Si se padece de obesidad, y las dietas, el ejercicio, así como los medicamentos y las recetas caseras, no han ayudado, algunos expertos aseguran que realizarse un procedimiento quirúrgico contra la obesidad puede ser una opción más. Sin embargo, implican riesgos, por lo cual, es importante evalúar los peligros y beneficios para cada persona y situación, ya que una cirugía de este tipo no se recomienda para todo el mundo.
Cabe mencionar que, aunque puede variar dependiendo de la salud individual de las personas, todos estos tipos de cirugías, se comienzan a considerar como opción, cuando el índice de masa corporal (IMC) del paciente es de superior a 40, y representa una amenaza real para su vida o una condición de discapacidad relacionada con su obesidad.
Actualmente, existen muchos tipos de procedimientos quirúrgicos contra la obesidad, sin embargo, hay algunos a los que la gente recurre más, ya sea por costo o, simplemente, porque representan menos molestias y tiempo de recuperación en la etapa post-operatoria. Igualmente, cirujanos, gastroenterólogos, de distintos hospitales, laboratorios y empresas de tecnología en la salud, cada día desarrollan más avances en sus técnicas y formas de combatir la obesidad, lo que ocasiona que los procedimientos se tornen más disponibles, menos invasivos y más seguros.
Por ejemplo, investigadores del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), están trabajando en el desarrollo de procedimientos quirúrgicos para combatir la obesidad, a la par de enfermedades metabólicas como la diabetes e hipertensión. Los cuales, tienen la misma eficacia que la cirugía bariátrica, pero sin la necesidad de realizar alguna resección, lo que permite prevenir la mala absorción de nutrientes en los órganos del aparato digestivo. Lo cual era uno de los riesgos y efectos secundarios más fuertes de las primeras cirugías de estómago contra la obesidad.
Los procedimientos quirúrgicos para controlar la obesidad se comienzan a consideran como una opción, cuando el índice de masa corporal del paciente es de superior a 40 y representa una amenaza real para su vida.
El nuevo procedimiento, reduce el estomago hacia adentro del mismo, en lugar de cercenarlo o colocarle materiales plásticos, lo cual está relacionado con el desarrollo de anemia por falta de absorción, tanto de diversos nutrientes, en especial de hierro y ácido fólico.
Igualmente, otro procedimiento contra la obesidad muy utilizado en últimas fechas es la Plicatura Gástrica. Bariátras, médicos especialistas en el control de la obesidad, la recomiendan por ser sencillo y, prácticamente, ambulatorio. Se realiza por laparoscopia (es decir no existe la necesidad de abrir el abdomen del paciente), en un tiempo no mayor de 90 minutos, con una sola noche de recuperación en el hospital. El procedimiento consiste en que, por medio de suturas milimétricas, se reduce progresivamente la capacidad del estómago, hasta dejar un reservorio gástrico de aproximadamente 100 ml (el volumen normal es de, aproximadamente, 1 litro). Aunado a ello, el método es reversible con el tiempo, pues las suturas pueden retirarse y, con tratamientos especializados, cicatrizar rápidamente.
Así mismo, la Cirugía de Derivación Gástrica es otra forma altamente recurrida para combatir la obesidad. En este procedimiento, se cambia, en dos pasos, la forma en la que el estómago y el intestino delgado manejan el alimento ingerido, dando una sensación de saciedad mucho más rápido de lo normal.
En primera instancia, el cirujano, previa canalización del médico especialista, usa grapas para dividir el estómago en dos: en una superior pequeña y , otra, inferior más grande; en la superior, llamada bolsa, es a donde irán los alimentos que se ingieren y sólo almacenará, aproximadamente, 29 gramos de comida (una onza) de alimento.
Se debe recordar que, los procedimientos contra la obesidad, no sólo los aquí expuestos, sino cualquier otro, no representan la cura total contra la enfermedad. La mayoría de la gente sólo pierde alrededor del 30% al 80% de su exceso de peso, por lo que, se suelen recetar dietas especiales, ejercicios, una correcta nutrición, así como el apoyo terapéutico de un Psicólogo(a) especializado, y en algunos casos psiquiatra si de ello depende la mejora en la calidad de vida de los pacientes, eliminando el estrés, la depresión y la ansiedad que, muchas personas, padecen cuando se auto-estigmatizan por su obesidad.