Se sabe que la televisión puede ser una influencia poderosa en el desarrollo del sistema de valores y en la formación del comportamiento de los niños. Desgraciadamente, una gran parte de la programación actual es violenta. Cientos de estudios sobre los efectos de la violencia en la televisión en los niños y los adolescentes han encontrado que los niños pueden:
- Volverse "inmunes" al horror de la violencia
- Aceptar gradualmente la violencia como un modo de resolver problemas
- Imitar la violencia que observan en la televisión
Los niños que se exponen excesivamente a la violencia en la televisión tienden a ser más agresivos. Los niños que miran espectáculos en los que la violencia es muy realista, se repite con frecuencia o no recibe castigo, son los que más tratarán de imitar lo que ven. Los niños con problemas emocionales, de comportamiento, de aprendizaje o del control de sus impulsos son más fácilmente influenciados por este tipo de violencia, la cual se hace evidente de inmediato en el comportamiento del niño, o incluso años más tarde, cuando el niño ha crecido.
Esto no significa que la violencia en la televisión sea la única fuente de agresividad o de comportamiento violento, pero es ciertamente un factor contribuyente significativo.
Los padres pueden proteger a los niños de la violencia excesiva en la televisión de la siguiente manera:
- Prestándole atención a los programas que los niños ven en la televisión
- Estableciendo límites a la cantidad de tiempo que pueden dedicar a ver la tv considerando quitar el televisor del cuarto del niño
- Señalándoles que, aunque el actor no se ha hecho daño ni se ha muerto, tal violencia en la vida real resulta en dolor o en la muerte
- Evitando que los niños vean programas violentos inadecuados para su edad
Los padres deben de también tomar ciertas medidas para prevenir los efectos dañinos de la televisión en temas tales como los asuntos raciales y los estereotipos sexuales. La cantidad de tiempo que los niños miran televisión, sin importar el contenido, debe de ser moderada para así no reducir el tiempo para otras actividades de mayor beneficio, como leer y jugar con sus amigos.