El trastorno de adaptación se produce cuando una persona es incapaz de hacer frente al estrés causado por cambios importantes en la vida. Puesto que las personas con trastornos de ajuste a menudo tienen síntomas de depresión, como el llanto, sentimientos de desesperanza y pérdida de interés en el trabajo o actividades, el trastorno de adaptación es a veces confundido con la depresión. Sin embargo, a diferencia de esta condición un trastorno de adaptación es activado por el estrés fuera de uno y, en general desaparece una vez que la persona se ha adaptado a la situación.
El tipo de estrés que puede desencadenar un trastorno de adaptación varía en función de la persona, pero puede incluir causas como:
- Fin de una relación o matrimonio
- Pérdida o cambio de puesto de trabajo
- Muerte de un ser querido
- Desarrollo de una enfermedad grave
- Ser víctima de un delito
- Tener un accidente
- Experimentando un cambio importante en la vida (tales como casarse, tener un bebé o de retirarse de un puesto de trabajo)
Una persona con un trastorno de adaptación desarrolla síntomas de comportamiento como una reacción a un acontecimiento estresante. Estos síntomas generalmente comienzan dentro de los tres meses del evento y rara vez duran más de seis meses después del evento o situación. En un trastorno de adaptación, la reacción al estrés es mayor que lo que es típico o esperado para la situación o acontecimiento. Además, los síntomas pueden causar problemas para dormir, concentrarse o estar alerta.
Síntomas del Trastorno de Adaptación
Un trastorno de adaptación puede tener una amplia variedad de síntomas, que pueden incluir:
- Sensación de desesperanza
- Tristeza
- Llanto frecuente
- Ansiedad (nerviosismo)
- Preocupación
- Dolores de cabeza o dolores de estómago
- Palpitaciones
- Retiro o aislamiento de personas y actividades sociales
- Ausencia de trabajo o la escuela
- Peligrosos o comportamientos destructivos, como la lucha, la conducción temeraria y vandalismo
- Cambios en el apetito
- Problemas para dormir
- Sensación de cansancio o sin energía
Los síntomas en niños y adolescentes tienden a ser más del comportamiento en la naturaleza, como saltar la escuela, o pelear. Los adultos, por otra parte, tienden a experimentar más síntomas emocionales, como la tristeza y la ansiedad.