El trastorno de pánico es una condición en la cual una persona tiene episodios de miedo intenso o ansiedad que se producen de repente (a menudo sin previo aviso). Estos episodios, llamados ataques de pánico, pueden durar desde minutos hasta horas. Pueden ocurrir sólo de vez en cuando, o pueden ocurrir con bastante frecuencia.
La causa o detonante de estos ataques puede no ser evidente. Un diagnóstico de trastorno de pánico se suele hacer después de que una persona experimenta al menos 2 ataques de pánico que ocurren sin razón y son seguidos por un período de al menos 1 mes de temor de que otro ataque va a suceder.
Los ataques de pánico están asociados con síntomas físicos como:
- Temblores
- Sudoración
- Dolor en el pecho
- Falta de aliento
- Sensación de asfixia
- Náuseas
- Calambres
- Mareo y debilidad
- Hormigueo o adormecimiento en las manos, brazos, pies o piernas
- Escalofríos o sofocos
Una persona también puede tener un gran miedo de perder el control, volverse loco o morir durante un ataque de pánico. Es muy raro que una persona tenga todos estos síntomas a la vez. Sin embargo, la presencia de al menos cuatro de estos síntomas sugiere fuertemente que una persona tiene el trastorno de pánico.
Muchos de los síntomas que ocurren durante un ataque de pánico son los mismos que los síntomas de las enfermedades del corazón, pulmones, intestinos o sistema nervioso. Las similitudes entre el trastorno de pánico y otras enfermedades pueden añadir a la persona del temor y la ansiedad durante y después de un ataque de pánico.
Sólo el temor de tener un ataque de pánico con frecuencia es suficiente para desencadenar los síntomas. Esta es la base de una condición llamada agorafobia. Una persona que tiene agorafobia le resulta difícil salir de casa (o cualquier otra área de seguridad) porque hay un miedo de tener un ataque de pánico en público o que no tengan una forma fácil de escapar si los síntomas comienzan.
Atención Médica en un Ataque de Pánico
Muchas personas que tienen ataques de pánico no buscan atención médica por vergüenza o el miedo a tomar el medicamento. Si tienes ataques de pánico, es muy importante que busques atención médica y discutas tu problema con tu médico. Después de haber sido evaluado a fondo, tu médico podrá decirte si tus ataques de pánico están relacionados con el trastorno de pánico o son causados por otro problema. Se dispone de tratamientos simples para ayudar a controlar los ataques de pánico y trastorno de pánico.