Riesgos del Ejercicio

Siempre existe un riesgo de tener alguna lesión al realizar cualquier tipo de ejercicio, en particular actividades extenuantes que ponen una presión excesiva sobre las articulaciones y los músculos. Si deseas empezar a hacer ejercicio o no te has ejercitado durante mucho tiempo, debes hablar con tu médico acerca de tu estado físico antes de iniciar cualquier tipo de programa. Esto es particularmente importante si:

  • Eres mayor de 35 años y fumas.
  • Tienes diabetes o estás en riesgo de sufrir enfermedades del corazón.
  • Tienes presión arterial alta.
  • Tienes dolores en el pecho.
  • Tienes el colesterol alto.
  • Tienes dificultad para respirar al realizar actividades cotidianas de impacto leve.



Prevención de lesiones

Incluso quienes tienen más experiencia haciendo ejercicio pueden llegar a lesionarse. Pero este riesgo se puede reducir considerablemente a través de sencillas precauciones. Prueba siguiendo los pasos que se indican a continuación para garantizar la seguridad del ejercicio:

Haz Calentamiento

El calentamiento antes del ejercicio vigoroso es muy importante, ya que ayuda a bombear la sangre a los músculos, lo que los hace más sensibles y reduce el riesgo de tirones. Para evitar lesiones, sólo debes estirar los músculos cuando están calientes; asegúrate de que pasas por lo menos diez minutos haciendo un poco de ejercicio aeróbico ligero, como correr o andar en bicicleta antes de comenzar a realizar tu entrenamiento.

También es importante que hagas leves movimientos para regresar tu ritmo cardíaco hasta la normalidad.

No te Excedas

Tu cuerpo debe adaptarse gradualmente al ejercicio, particularmente tus músculos y articulaciones. Empieza despacio antes de llegar al pico máximo de intensidad en tus sesiones de ejercicio; se recomienda que los adultos hagan al menos 30 minutos de ejercicio moderado (lo suficiente para que se calienten los músculos) cinco veces a la semana, y que quienes sufren de obesidad se hagan de 45 a 60 minutos de actividad moderada las mismas veces por semana.

No lo hagas todo de una vez. Distribuye tu tiempo de ejercicio en sesiones que no te dejen agotado y sin ganas de volverlo a intentar.

Asegúrate de que tu técnica es la correcta

Muchas lesiones son causadas por la repetición de un ejercicio con la técnica incorrecta, ya que esto puede poner un exceso de peso o fuerza en tus músculos y articulaciones.

Si haces ejercicio en un gimnasio, siempre consulta a tu entrenador para asegurarte de que tu técnica es segura y correcta. Es recomendable que tengas una clase de demostración para que un especialista te indique cómo utilizar todo el equipo con seguridad.

El Equipo Adecuado

Un mal calzado o ropa que no está a la medida de tu cuerpo puede interferir con el ejercicio y causar considerables molestias al hacer ejercicio. Si tus rutinas implican algo de impacto (como correr y saltar), necesitas calzado que apoye tus pies y tobillos, y cojines de choque. El vestido y el calzado que no se ajusta correctamente puede ser tan malo como un equipo de ejercicio malo, así que asegúrate de que todo es del tamaño correcto.

Lesiones

Si te lesionas haciendo ejercicio, nunca caigas en la tentación de ignorar el dolor y seguir con tu rutina, pues esto podría ocasionar un problema mucho más difícil de controlar a largo plazo. Siempre consulta a tu médico si crees que te has lastimado; si tu lesión es menor, puede que sólo necesites descansar la zona afectada. En caso contrario, tu médico podría remitirte a un terapeuta para un tratamiento especializado.

Si vas directamente a un terapeuta sin ver a tu médico de cabecera, siempre asegúrate de que es un médico regulado que esté calificado para tratar tu problema en particular.