La adicción a las apuestas, también conocido como "juego compulsivo" o "juego patológico" es un patrón de mal comportamiento de los juegos de azar en los que el individuo persiste, a pesar de las consecuencias negativas. Esto es coherente con patrones de conducta observada en otras adicciones.
No todos los jugadores son "compulsivos". Hay varios tipos diferentes de jugadores. El juego patológico se caracteriza por:
- La preocupación por juegar
- Dificultad para controlar el comportamiento hacia juego, y los fracasos de los esfuerzos para poner fin al juego
- Negativas consecuencias, con la familia y la interrupción de trabajo, y mentir sobre el grado de implicación con el juego
- Los problemas financieros debido a los juegos de azar, aumento de cantidades de dinero para lograr la excitación deseada y robo de dinero para financiar el juego.
- Pérdidas financieras
El dinero es fundamental para la experiencia de los juegos de azar. Los adictos a los juegos de azar, al igual que con otras personas, dan atributos positivos al dinero, tales como la energía, el confort, la seguridad y la libertad. A diferencia de otras personas, olvidan que el juego es un proceso aleatorio, donde las probabilidades se apilan siempre en contra de ellos, por lo que tienen más probabilidades de perder que de ganar.
Conductas del Juego
Existen muchas conductas de juego, que pueden ser aprendidas en cualquiera de los dos entornos sociales. Algunos ejemplos de conductas de juego son los siguientes:
- Juegos de cartas
- Apuestas en juegos de habilidad
- Apuestas deportivas
- Bingo
- Loterías
- Máquinas tragamonedas
- Casinos
- Apuestas telefónicas y por internet
Distorsiones Cognitivas del Jugador Compulsivo
Muchos jugadores con problemas tienen pensamientos distorsionados de la siguiente manera:
Reconocimiento: El problema de los jugadores compulsivos es creer que sus ganancias se producen como resultado de sus esfuerzos, y no cuestión de azar.
Pensamiento mágico: El jugador compulsivo puede creer que puede predecir los resultados o que es especiales de alguna manera, y que su mala suerte será recompensada con una victoria.
Supersticiones: El jugador compulsivo cree en amuletos y cábalas que pueden causar victorias o pérdidas.