¿Sirven los cursos de manejo de ira?
El enojo es una emoción común y natural, se puede sentir cuando se violentan los derechos de una persona, se descuida o se incumplen de alguna manera compromisos pactados, por ello es importante aprender a controlar los impulsos que se tienen cuando se llega a ese estado.
Existen casos de personajes famosos que tienen problemas para controlar la ira, tal vez uno de los más conocidos sea el que protagonizó la súper modelo Naomi Campbell al atacar a una trabajadora doméstica, motivo por el cual fue enviada a un curso de manejo de ira.
Existe un número considerable de personas que toman este tipo de cursos para aprender a manejar su ira y canalizar sus emociones, de esta forma evitan episodios embarazosos que pueden poner en riesgo su integridad física.
La teoría del manejo de ira fue desarrollada en los años 70, está basada en una terapia de comportamiento cognitivo, de esta forma se logra un cambio en la manera de relacionarse la gente que utiliza la rabia e intimidación como forma de interacción.
Pasaron 20 años para que el término ‘control de ira’ lograra llegar a la vida cotidiana de las personas. Al principio se utilizaron estas terapias para tratar a criminales, lo que costó la credibilidad del procedimiento pero aun así logró popularizarse.
Para Isabel Clarke, directora de estos cursos para el Servicio Sanitario Nacional del Reino Unido en Southampton, debe tenerse en cuenta que no todos cuentan con el perfil para tomar este curso. De inicio, el 30 por ciento de las personas que lo toman lo abandonan antes de terminarlo pero quienes la concluyen logran modificar su comportamiento.
Para manejar la ira deben conocerse los motivos que molestan a una persona para manejarlos debidamente
Los cursos de control de ira tienen un procedimiento claro, primero se lleva a cabo una revisión de razones por las cuales una persona se molesta, sorprendentemente, en muchos de los casos la razón es una situación que genere vergüenza o cuando se es incapaz de lograr un objetivo.
Para Mike Fisher, director de la Asociación Británica de Control de Ira, enfrentarse a la causa primaria del enojo es la única manera en que esta terapia puede servir.
Tradicionalmente, un curso de control de ira consta de seis pasos y lleva un tiempo considerable, pues abordar cada uno de esos puntos puede llevar de 10 semanas a tres meses, por lo que la perseverancia es clave en estos casos.
Los seis pasos de un curso de control de ira son:
*Mirar el problema desde una perspectiva general
*Aceptar que las diferencias de opinión son aceptables
*Escuchar a las personas
*Utilizar una red de apoyo
*Llevar un diario de control de ira
*Evitar tomarse las cosas personales
Para Isabel Clarke está claro que no es posible cambiar el instinto de alguien al momento de actuar en una discusión pero sí es posible alterar la manera en que se responde a los primeros síntomas de ira. Saber cómo se reacciona a la percepción de una amenaza y detectar a tiempo esas reacciones son pieza clave del éxito del tratamiento.
¿Existe predisposición a ser iracundo?
Fisher señala que la rabia puede ser exacerbada en personas que posean el gen Monoamide oxidase A, este gen es común en deportistas y personas que se encuentran en el ejército. La manera en que actúa es haciendo a las personas más agresivas cuando se enfrentan a momentos de estrés y resulta más difícil tratar con ellos en terapia.
Es preciso que quienes deciden tomar este tipo de cursos sepan que no están ‘curados’, tener un problema de manejo de ira es algo que debe atenderse de por vida, quien lo padece debe controlarse y tomar las decisiones adecuadas para evitar estallidos destructivos para él y quien le rodea.