Los abrazos son una poderosa fuente de salud y bienestar

La necesidad de tocar y ser tocado se origina desde que el feto se encuentra en desarrollo y crece en el calor del vientre de la madre, hasta el momento del nacimiento. A medida de que el niño madura, la independencia se establece, sin embargo, tocar y ser tocado es una necesidad primaria, especialmente en tiempos de triunfo o de socorro y en los momentos que se necesita tranquilidad.

Según la psicoterapeuta estadounidense, Virginia Satir, autora del libro, En Contacto Íntimo: cómo relacionarse con uno mismo, se necesitan cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho abrazos para el mantenimiento de nuestra salud y doce para estimular el crecimiento. Cuando se carece de esta conexión emocional, muchas personas comienzan a usar sustitutos como el alcohol, las drogas, el cigarro, comer compulsivamente, antídotos que, inevitablemente, traen consigo consecuencias secundarias.

Por su parte la doctora, Barbara L. Fredrickson, psicóloga de la Universidad de Carolina del Norte, en su libro Vida Positiva, citando a la científica Kathleen Light, afirma que el contacto físico afectuoso produce toda clase de bondades para el cuerpo. Es poco probable, expone, que un solo abrazo cambie la composición física del cuerpo, pero las personas que los reciben a menudo tienen niveles circulantes más altos de oxitocina y una tensión arterial más baja que la mayoría.

Esta hormona es conocida como la hormona de la unión, ya que provoca un deseo de cuidar a quien provoca su liberación, respuesta que se da tanto en hombres, como en mujeres. Dicho fenómeno es incitado porque la oxitocina estimula las contracciones del útero durante el parto y la liberación de la leche durante la lactancia.

Según la psicoterapeuta estadounidense, Virginia Satir, se necesitan cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho abrazos para el mantenimiento de nuestra salud y doce para estimular el crecimiento.

Los abrazos son una manera agradable de compartir los sentimientos. Dependiendo de la naturaleza de la relación y el tipo de mensaje que se quiere transmitir, un abrazo puede comunicar amor, amistad, romance, felicitación, apoyo y muchos otros, ayudado a identificar con claridad sentimientos y emociones.

El hecho de que, para abrazar, se necesiten dos o más personas, implica un esfuerzo de igualdad entre individuos. Son básicos para aumentar los niveles de sociabilidad. Su mezcla de energía y experiencia, persiste mucho después de que el contacto físico ha cesado, por lo que queda una sensación de tranquilidad y desahogo, disminuyendo la tristeza o el estrés.

Además, la directora del Centro de Vinculación y Orden Familiar Vincalma, Cécile Katchadourian, creadora de la Terapia de Vinculación, que sugiere un proceso basado en los beneficios del abrazo y el estudio de las constelaciones familiares, asegura que lo que experimenta el ser humano en el exterior tiene una conexión directa con sus relaciones afectivas. “El objetivo es abrazar a nuestros seres más significativos para restaurar y fortalecer los vínculos a cualquier edad, recuperando la confianza y seguridad con uno mismo”, asegura.

Otros de los beneficios del abrazo consisten en el desarrollo físico de las capacidades motoras, el fortalecimiento del sistema inmunológico, regula el apetito, ayuda al buen funcionamiento del aparato digestivo y regula el sueño; amplía el desarrollo cognitivo, la capacidad de concentración, controla el enfoque mental positivo y facilita el aprendizaje, así como la libre expresión de ideas o sentimientos.