La preocupación se encuentra relacionada con la inteligencia
La preocupación es una de las sensaciones más comunes que puede experimentar cualquier persona en su entorno social. Comúnmente, la preocupación se encuentra asociada con la ansiedad, el estrés y la depresión, enfermedades que se han ido en aumento en todo el mundo.
Ante las enfermedades que suscita, se ha tachado a la preocupación como una sensación negativa y que ofusca la racionalidad, sin embargo, un estudio realizado por científicos del Baylor College de Medicina, encontró que la preocupación se encuentra íntimamente relacionada con la inteligencia.
Para lograr esta conclusión, el estudio analizó la información de 26 hombres y mujeres que sufrían de ansiedad. Asimismo se uso un grupo de control conformado por 18 participantes, quienes no sufrían de esta dolencia.
A todos los participantes se les realizó diversos escáneres cerebrales para ver que tipo de sustancias liberaba el cerebro y como se relacionaban con la inteligencia y la preocupación.
Al comparar la información de los escáneres se encontró que los pacientes con mayor ansiedad tenían bajos niveles de colina, compuesto cerebral que propicia el proceso de mielinización.
La preocupación podría hacer que las personas no se arriesguen y eleven las tasas de supervivencia
Según el estudio, los bajos niveles de colina pueden estar relacionados con mayores niveles de inteligencia en las personas.
Al respecto de los resultados obtenidos, el doctor Jeremy Coplan, profesor de psiquiatría del Centro Médico Downstate de la Universidad del Estado de Nueva York, señala que la preocupación ha evolucionado a la par de la inteligencia humana.
Indica que las personas con mayor preocupación no suelen arriesgarse y reflexionan constantemente todas sus acciones, elevando las tasas de supervivencia: "en esencia, la preocupación podría hacer que las personas 'no se arriesguen', y esas personas podrían tener unas tasas de supervivencia más altas. Por ende, como la inteligencia, la preocupación podría conferir un beneficio para la especie".
Aunque en la actualidad se ve que la preocupación es un rasgo negativo, el profesor Coplan considera que es necesario cambiar este tipo de pensamiento: “la preocupación excesiva en general se considera como un rasgo negativo y la inteligencia alta como uno positivo, la preocupación podría hacer que nuestra especie evite situaciones peligrosas, independientemente de qué tan remotas puedan ser".
Es necesario realizar más estudios para entender con mayor claridad la relación que existe entre la preocupación y el desarrollo de la inteligencia, pero sin duda, este tipo de estudios muestran rasgos desconocidos y positivos que puede traer la preocupación en nuestra vida cotidiana.