Expresar el enojo puede proteger nuestra salud

El enojo es una de las emociones más comunes que puede expresar el ser humano. Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos enojado con nosotros mismos o con nuestros seres queridos.

El enojo puede expresarse de manera diferente en las personas. Algunas se enojan con recurrencia y manifiestan su ira con facilidad ante cualquier situación estresante. Igualmente, hay personas que no expresan su enojo, lo reprimen internamente.

Los médicos señalan que las personas que se enojan con facilidad tienen más riesgo de sufrir presión alta, enfermedad cardíaca, desarrollo de piedras en los riñones y ataques de ansiedad recurrentes.

Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Jena, en Alemania, descubrió que expresar el enojo es terapéutico y puede proteger la salud de las personas.

Las personas que no expresan su enojo presentan una mayor frecuencia cardíaca, el pulso más acelerado y muestran otros signos de estrés y ansiedad

Para llegar a esta conclusión se analizó el estado de salud de 6 mil participantes. A todos se les realizó un examen médico y se les preguntó acerca de las emociones que sienten en su entorno social y cómo las manifiestan.

Al analizar el estado de salud de los participantes se encontró que las personas que expresaban su enojo tenían un mejor estado de salud que las personas que reprimían su ira.

De acuerdo a los resultados de los exámenes médicos, las personas que reprimían su enojo elevaron el pulso cardíaco y presentaban niveles altos de estrés, lo que puede conducir a la larga a padecer enfermedad cardíaca.

Los profesores Marcus Mund y Kristin Mitte, principales autores del estudio, señalan que las personas que reprimen su enojo son proclives a padecer enfermedades como cáncer y enfermedad cardíaca.

Marcus Mund  expresa que personas que reprimen sus emociones “se distinguen por la forma en que tratan de ocultar signos externos de miedo, y también por su comportamiento defensivo. Evitan riesgos y buscan siempre un alto nivel de control sobre sí mismos y su entorno".

Mund argumenta que ante una situación estresante “las personas que no se expresan presentan una mayor frecuencia cardíaca, el pulso más acelerado y muestran otros signos de estrés y ansiedad, que aquellos que no reprimen sus emociones”.

Aunque el estudio indica que las personas que expresan su enojo tienen menos riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, los autores advierten que las personas que reprimen sus emociones pueden recuperarse con mayor prontitud de este tipo de dolencia que las personas que manifiestan su ira.