¡El Sudor te tiene harto y manchado! La Hiperhidrosis una enfermedad corregible
Una de las experiencias más vergonzosas y, al mismo tiempo, estresantes es usar una ropa que nos guste mucho y, que todo el tiempo, se marque con sudor. Como si esto no fuera suficiente, poco a poco, la prenda se impregna de una mancha, amarillenta y gruesa, difícil de lavar y quitar. Si este es su caso, seguramente está desesperado por conseguir una solución a esto o, por lo menos, hallar una explicación.
El sudor es un mecanismo fisiológico con el que cuenta el organismo para eliminar el calor y está compuesto por agua, sales minerales y otras sustancias, producidas por las glándulas sudoríparas que se encuentran situadas en el tejido subcutáneo, por debajo de la piel.
Se estima que una persona, a partir de la adolescencia, puede secretar hasta 2 litros de sudor al día, dependiendo del ejercicio que se haya hecho y el clima.
Sin embargo, algunas personas sudan de forma excesiva, aunque no haga calor, no se practique ejercicio e, incluso, esté haciendo frío, debido a razones fisiológicas o como respuesta involuntaria a estímulos habituales como ansiedad, estrés, miedo, nerviosismo o, simplemente, como señal de enamoramiento. A esta condición se le conoce como hiperhidrosis (a la producción excesiva de sudor, generalizada -o sistémica- y localizada).
Principalmente, afecta las palmas de las manos, plantas de los pies, axilas, zona genital y a la región craneofacial. Comúnmente, los síntomas desaparecen por las noches.
Dependiendo la zona donde se localice, la hiperhidrosis, puede causar inseguridad y problemas importantes en la vida de las personas ya que, es una alteración que condiciona, negativa y crónicamente, la salud mental de la persona y dificulta sus relaciones sociales, laborales, personales e, incluso, íntimas.
El “botox” puede ser utilizado para minimizar la cantidad de sudor en las axilas. Pero su efecto dura pocas semanas y los molestos síntomas regresan si no se toman las medidas higiénicas necesarias.
Cuando se suda en exceso en la zona plantar, origina mal olor, ampollas, maltrato en la piel, infecciones locales, micosis y deteriora los calcetines, poniéndolos gruesos, rasposos y propensos a agujerarse fácilmente.
La hiperhidrosis en las axilas humedece la zona, la irrita y mancha permanentemente la ropa, puede producir mal olor y causa que la ropa se maltrate y pigmente de forma negruzca o amarillenta (dependiendo del tipo de bacterias que acompañen al sudor que, que en sí mismo, no tiene olor ni color). Además, las manchas en la ropa también dependen de los químicos empleados en desodorantes o antitranspirantes que comúnmente venden en farmacias.
Por tanto, se recomienda utilizar ropa de algodón, transpirable, evitando los sintéticos. Si se va a estar en alguna reunión social o laboral, evitar los colores claros como azules ya que la sudoración se nota más. Al utilizar camisas blancas, tratar que no estén muy ajustadas a las axilas para evitar el manchado amarillo o negrusco. Y en el caso de las mujeres, muchas de ellas, prefieren usar blusas sin mangas, encontrando en ello alivio y comodidad ante los peligros estéticos que puede causar el sudor.
Cuando el problema está localizado en los pies, usar calcetines y zapatos porosos y cambiarlos a menudo.
Asimismo, en general se recomienda ducharse una o dos veces al día, afeitar o depilar el vello axilar; evitar, en la medida de lo posible la ingesta de café, alcohol y especies picantes que le agregan color y olor al sudor.
Por su parte, la hiperhidrosis craneofacial se caracteriza, como su nombre lo dice, por una sudoración excesiva en frente y cara, se desencadena tras un estrés mínimo, las que la padecen se ven obligados a secarse la cara y el cuello constantemente. El problema se agrava si se utilizan cosméticos o maquillaje toda vez que, el sudor barre con ellos, originando una apariencia de suciedad en la persona.
Por otro lado, la hiperhidrosis en las palmas de las manos resulta ser un problema social, sobre todo si la persona quien la padece se trata de funcionario público, gerente, ejecutivo de ventas, representante o cualquier profesión en el cual se tenga constante contacto con la gente. Las personas afectadas pueden volverse retraídas, evitando dar la mano, rehusándose a una vida social a cabalidad.
Tratar con esta enfermedad no es fácil. En los casos más ligeros se suele recurrir a productos de farmacia, que impliquen la aplicación local en axilas o en pies: talcos, desodorantes, antitranspirantes o ungüentos. Igualmente, se llegan a utilizar medicamentos anticolinérgicos, por vía oral, pero por sus efectos secundarios (retención urinaria, visión borrosa y sequedad de boca) los han hecho fracasar en el mercado.
También se suelen emplear sustancias como el cloruro de aluminio hexahidratado, en solución alcohólica, sobre todo en la forma axilar, pero irrita la piel, así como el ácido tánico, el glutaraldehido y la formalina al 1%, pero utilizados durante mucho tiempo producen hiperpigmentaciones en la piel.
La toxina botulínica o “botox”, que produce un bloqueo de la transmisión nerviosa, se aplica también en el tratamiento de la hiperhidrosis localizada, inyectándose subcutáneamente, eliminando los síntomas en menos de una semana, pero con el inconveniente de que los efectos reaparecen al cabo de unas semanas. También existe la operación para casos muy serios, la simpatectomía torácica mediante endoscopia, donde se seccionan algunos nervios y ganglios de la cadena simpática torácica, eliminando la secreción de sudor gracias a estímulos nerviosos.