La psoriasis es una condición de la piel en la que las células de la piel se reproducen demasiado rápido. Se puede dar a cualquier edad, pero la mayoría de las veces se desarrolla entre los 11 y 45 años, a menudo en la pubertad.
Las células de la piel tienen un ciclo de vida: tu cuerpo produce células nuevas en tu más bajo nivel de piel y estas células de la piel poco a poco se mueven hasta pasar a través de capas hasta que llegan al nivel de las regiones ultra-periféricas, luego mueren. Este proceso normalmente toma alrededor de 21 a 28 días.
En la psoriasis este proceso se acelera, por lo que sólo transcurren de dos a seis días. Como resultado, las células se construyen rápidamente sobre la superficie de la piel causando que se vuelva roja, escamosa, crujiente y cubierta con parches de escamas plateadas. Puede ocurrir en cualquier parte de tu cuerpo, aunque es más comúnmente encontrado en los codos, rodillas, parte inferior de la espalda y el cuero cabelludo. También puede causar intensa comezón y ardor.
La psoriasis no es contagiosa y la mayoría de las personas sólo tienen pequeñas manchas en el cuerpo; la gravedad de la psoriasis varía mucho de persona a persona. Para algunas personas sufren sólo una pequeña irritación, pero para otros tiene un gran impacto en la calidad de vida.
La psoriasis es una enfermedad prolongada (crónica) que puede volver en cualquier momento. Es posible que haya ocasiones en las que no tienes síntomas, y otras en las que los síntomas pueden ir de ligeros a intensos.
No existe cura para la psoriasis, pero hay una gama de tratamientos que pueden ayudar a mejorar tus síntomas.