Pruebas de Sangre para Leucemia
Un elevado número de glóbulos blancos en la sangre pueden indicar la presencia de leucemia aguda.
Si la prueba no revela resultados anormales, se te debe consultar a un hematólogo para la realización de nuevas pruebas.
Biopsia de Médula Ósea
Para confirmar un diagnóstico de la leucemia aguda, el hematólogo tomará una pequeña muestra de la médula ósea para examinar bajo el microscopio. A este procedimiento se le conoce como una biopsia de médula ósea, y es generalmente realizado bajo anestesia local.
El hematólogo adormece un área de la piel en la parte trasera del hueso de cadera antes de usar una aguja para extraer la muestra de médula ósea. El procedimiento generalmente no duele, aunque pueden aparecer algunos moretones pocos días después. El procedimiento toma alrededor de 15 minutos, y la muestra extraída a través de él puede ayudar a encontrar células cancerosas. Si éstas están presentes, la biopsia también podrá indicar el tipo de leucemia del que se trata.
Otras Pruebas para Leucemia
Hay una serie de pruebas adicionales que pueden utilizarse para ayudar a revelar más información acerca del progreso y el alcance de la leucemia, que también pueden proporcionar una importante información sobre la forma en que la leucemia debe ser tratada:
Pruebas citogenéticas
Implican la identificación de la composición genética de las células cancerosas. Hay una serie de variaciones que pueden ocurrir durante la leucemia, y saber qué son estas variaciones pueden tener un impacto importante en el tratamiento contra la enfermedad.
Biopsia de Ganglios Linfáticos
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de leucemia aguda, pueden realizarse más biopsias en cualquier ganglio linfático agrandado para ver en qué medida se ha propagado la leucemia.
Punción lumbar
Si se considera que existe el riesgo de que la leucemia aguda se haya propagado al sistema nervioso, una punción lumbar puede realizarse para confirmar la expansión de la enfermedad.