La gripe (también conocida como influenza) es una enfermedad de los pulmones y vías respiratorias superiores causada por la infección de un virus de la gripe. El virus se propaga en los pulmones y vías respiratorias y se clasifica en A, B y C.

Los principales síntomas son una temperatura elevada que llega con rapidez y en general malestares y dolores. También se puede experimentar una pérdida de apetito, náuseas y tos seca dura. Tus síntomas por lo general se intensificarán en un lapso de dos a tres días y después deberías comenzar a sentirte mucho mejor dentro de cinco a ocho días, aunque en general, la tos y el cansancio pueden durar de dos a tres semanas.

El virus de la gripe usualmente se propaga en las pequeñas gotitas de saliva al toser o estornudar de una persona infectada; el contacto directo con las manos que están contaminadas con el virus también puede propagar la infección.

Se tarda entre uno y cuatro días (un promedio de dos días) en pasar de estar infectado a tener los plenos síntomas. Las personas con gripe están generalmente infectadas un día antes de comenzar los síntomas y siguen siendo estando así durante aproximadamente cinco días después del comienzo de los síntomas de la gripe. Los niños y las personas con sistemas inmunes reducidos pueden seguir siendo infecciosos durante más tiempo. Por lo tanto, debes tratar de evitar todo contacto innecesario con otros infectados durante el período.

La gripe generalmente se produce durante los meses de invierno. Complicaciones tales como una infección de pecho puede afectar a personas que son ancianos, o personas con ciertas condiciones médicas. Esto puede resultar en una enfermedad grave y puede ser una amenaza para la vida.

El número de personas que consultan a su médico de cabecera con gripe como enfermedad, varía considerablemente de un año a otro (generalmente entre 50 y 200 por cada 100.000 personas). Sin embargo, las personas sanas con gripe no tienen necesidad de consultar a su médico de cabecera.

Una epidemia puede ser declarada en el caso que más de 400 personas por 100,000 de la población consulten a su médico con una gripe como enfermedad cada semana.