El síntoma principal de SFC es un cansancio o agotamiento que no desaparece ni con sueño, ni con descanso y que limita tus actividades usuales. También puedes empezar a sentir que:
- Se trata de un tipo diferente de cansancio que no has experimentado antes
- Después de dormir no te sientes regenerado
- No es debido al agotamiento
- No se trata simplemente de una pérdida de motivación, como la que las personas con depresión a menudo experimentan
El ejercicio puede hacer que los síntomas empeoren. A esto se le llama malestar post-esfuerzo, y el efecto es a veces retrasado. Por ejemplo, si vas a jugar algún deporte, la fatiga resultante no se desarrolla si no hasta un par de horas después o incluso al día siguiente.
Además de fatiga, otros síntomas también son comunes, aunque la mayoría de las personas no tienen todos ellos. Ellos podrían ser:
- Dolor muscular, dolor en las articulaciones y dolores de cabeza severos
- Mala memoria a corto plazo y falta de concentración
- Dificultad para organizar tus pensamientos y encontrar las palabras adecuadas
- Dolor de ganglios linfáticos, manifestado a menudo como una hinchazón glandular alrededor de tu garganta
- Dolor de estómago y otros problemas similares al síndrome de colon irritable
- Dolor de garganta
- Dificultad para dormir
- Fotosensibilidad o intolerancia al ruido, el alcohol y ciertos alimentos
- Mareos, exceso de sudoración, problemas de equilibrio y dificultad para controlar la temperatura del cuerpo
- Depresión, irritabilidad y ataques de pánico
Dependiendo de tus síntomas, el SFC a menudo se clasifican en cuatro: leve, moderada, grave o muy grave:
- SFC Leve: Puedes cuidar de ti mismo, pero quizá te veas en la necesidad de ausentarte en el trabajo para descansar.
- SFC Moderado: Puedes tener movilidad reducida y síntomas que varían de vez en cuando.
- SFC grave: Sólo eres capaz de llevar a cabo las tareas diarias mínimas, como cepillarte los dientes, pero puede que tengas que utilizar una silla de ruedas.
- SFC Muy grave: No puedes llevar a cabo tareas cotidianas por tí mismo y estás en reposo en cama la mayoría de tu día. A menudo puedes experimentar una intolerancia al ruido y llegar a ser muy sensibles a las luces brillantes.
La mayoría de los casos de SFC son leves o moderados, pero hasta una de cada cuatro personas con este padecimiento tienen síntomas graves o muy graves.