Los bronquios son las principales vías respiratorias en los pulmones, que se ramifican a uno y otro lado de tu tráquea. Conducen a pequeñas y más pequeñas vías aéreas dentro de tus pulmones, conocidas como bronquiolos. Las paredes de los bronquios producen mucosidad con el fin de atrapar el polvo y otras partículas que podrían causar irritación.
La bronquitis se produce cuando una infección ocasiona que los bronquios se inflamen y se irriten. En la mayoría de los casos, esta inflamación causa que tus bronquios produzcan más mucosidad de lo normal, la cual tu cuerpo trata de eliminar por medio de la tos.
Causas de la Bronquitis
La infección que causa la bronquitis puede ser el resultado de un virus o bacterias, por ello la bronquitis viral es mucho más común. En la mayoría de los casos, la bronquitis es causada por el mismo virus que causa el resfriado común o la influenza (gripe). Los virus se propagan mediante contacto directo o bien a través de unas diminutas gotas de líquido que se pasan a través de la tos y los estornudos.
La bronquitis también puede ser activada por la respiración de sustancias irritantes, como el smog, los productos químicos en productos para el hogar o el humo del tabaco. Fumar es la causa principal de bronquitis crónica, y puede afectar a las personas que inhalan el humo ambiental del tabaco, así como a los propios fumadores.
También se puede estar en riesgo de padecer bronquitis si a menudo se está expuesto a materiales que pueden dañar tus pulmones, como cereales, textiles, amoníaco, ácidos fuertes o cloro. A esto se le conoce como bronquitis ocasional y por lo general se quita una vez que se termina la exposición a la sustancia irritante.