En la actualidad, la artritis reumatoide no es una enfermedad que puede prevenirse. Esto se debe en gran medida debido a que el desencadenante exacto de la condición se desconoce. Aunque los virus y las bacterias pueden participar, la investigación aún no es concluyente. Sin embargo, con el símbolo del diagnóstico y el tratamiento, la progresión de la artritis reumatoide puede ser significativamente más lenta y el más grave daño puede ser evitado.