Si se experimentan síntomas de somnolencia diurna excesiva, es necesario que se hagan pruebas para poder llegar a un diagnóstico concreto, el cual muy probablemente indicará que se sufre de apnea del sueño.
Pruebas Físicas
Debe hablarse con un médico sobre los síntomas; él realizará un examen físico y una serie de pruebas, incluida una prueba de la presión arterial y en algunos casos una prueba de sangre, con el fin de descartar otras condiciones que podrían explicar la fatiga, como problemas con la tiroides (hipotiroidismo).
Reposo en Clínica
Existen centros de reposo especializados para tratar a las personas con trastornos del sueño, en los que se estudia al paciente y se realizan pruebas para diagnosticar la Apnea del Sueño o cualquier otro problema de salud.
Análisis Mientras Duermes
Otra forma de diagnosticar la Apnea del Sueño es analizar la forma en que tus sueños son interrumpidos a través de una cámara de video.
Existen dos piezas de equipo médico que se pueden utilizar para controlar el cuerpo mientras se duerme: la primera es un oxímetro, el cual tiene un sensor que se coloca en el pulgar para enviar pulsos de luz.
La segunda es una polisomnografía. Se trata de un ordenador conectado a una serie de electrodos que se colocan en diferentes partes del cuerpo. El equipo puede medir la respiración, las fases de sueño y la cantidad de oxígeno en la sangre, así como la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
Para llevar a cabo esta prueba de diagnóstico de la apnea del sueño se requiere a técnicos con experiencia. La gravedad de la Apnea del Sueño se juzga por el número de episodios de apnea e hipopnea experimentados en el transcurso de una hora, y ésta puede ser leve, moderada y severa.
- Leve: Entre 5 y14 episodios.
- Moderada: Entre 15 y30 episodios.
- Severa: Más de 30 episodios.