Aumento de líquido cervical: Durante la ovulación, el cuerpo aumenta la cantidad de fluido cervical. Éste aparece, por lo regular, hacia la mitad del ciclo menstrual. Este líquido funciona como lubricante durante la ovulación y facilita las relaciones sexuales. Sumado a ello, la mujer tiende a sentir más atracción hacia su pareja y el deseo sexual se vuelve más intenso (de la misma manera, ellos captan y producen feromonas que producen una inexplicable fuerza de atracción entre ambos).
El cuello del útero se mueve hacia adelante: Su posición se puede comprobar fácilmente. Basta con lavarse las manos e introducir un dedo o dos dentro de la vagina para sentir el cuello del útero. Cuando hay problemas de fertilidad, éste se vuelve más difícil de identificar y no se abre. El cuello se sentirá como la consistencia de la punta de tu nariz. Durante tu ovulación éste se siente suave y está ligeramente abierto para recibir al esperma. En este punto, el cuello puede sentirse más como el lóbulo de tu oreja.
Un poco de dolor: En realidad este síntoma no es intenso y no ocurre en todas las mujeres durante la ovulación; es causado por un poco de sangre que se gesta en la ovulación, pero si experimentas dicha sensación es una buena señal de que te encuentras ovulando.
La temperatura basal corporal cambia: Si te encuentras llevando a cabo un seguimiento de tu temperatura basal corporal puedes ver en qué momento la temperatura baja y luego se eleva. Para llevar un registro confiable de tu ovulación, ésta debe ser medida a diario.
Un aumento de LH: Su medición requiere de kits de predicción de ovulación (OPK), mismos que implican un gasto en la compra de pruebas para medir la cantidad de LH en la orina.